Un informe de la Clínica Feel Good afirma que cinco de cada diez personas mayores de edad se ponen a dieta tras el verano.
Cuando terminan las vacaciones los excesos en la alimentación, unidos a la ausencia de actividad física, suelen poner de media entre tres y cinco kilos más al cuerpo una vez que finaliza el verano. Además de los motivos antes indicados, muchas personas se ponen a dieta exclusivamente para esta época del año no teniendo en cuenta factores tan importantes como el efecto rebote. Sólo aquellas dietas orientadas a controlar el metabolismo basal son las que impiden esto, y apenas un 40% son conscientes de ello y las llevan a cabo. La Doctora Amaro, especialista en nutrición de la Clínica Feel Good, indica que “la importancia de seguir una dieta que controle el metabolismo basal es clave para no coger kilos innecesarios en las vacaciones, además de educar nuestros hábitos alimenticios hacia la compensación en estos momentos donde los excesos están siempre presentes. No es necesario pasarlo mal para adelgazar, sino todo lo contrario. Se pueden tener hasta dos días libres a la semana y seguir perdiendo peso”, informa. Y es que otra de las cosas importantes que influyen en el aumento de peso no sólo tienen que ver con temas relacionados directamente con la alimentación. Comer a deshoras, no hacer comidas intermedias o retrasar la cena hasta poco antes de ir a dormir son algunos gestos que no ayudan a procesar mejor la alimentación. Por ello, es necesario que a la vuelta de las vacaciones se recuperen los horarios normales con las cinco comidas diarias y también los buenos hábitos tanto de sueño como de ejercicio físico. Al final, son tan importantes como una buena alimentación. Volver de vacaciones con el ayuno en la mente o realizar dietas de choque sin un control no sirve de nada puesto que el efecto rebote va a aparecer de nuevo echando por tierra el trabajo desarrollado hasta ese momento y haciendo volver al punto de partida. Finalmente la Clínica Feel Good recomienda, para un buen comienzo de la dieta tras el verano, ir eliminando progresivamente el dulce, el alcohol y la comida basura. También poco a poco introducir alimentos saludables como la verdura, la fruta, las hortalizas, etc. Y, además, ir gradualmente recuperando la rutina de ejercicio como caminar o subir escaleras, trotar o correr por intervalos de 20 ó 30 minutos e ir incrementando poco a poco la carga.
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AutorDra. Amaro Archivos
Agosto 2018
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