El ayuno intermitente tiene un impacto en distintos aspectos que merece la pena destacar. Tienen que ver con lo que sucede en nuestro organismo y cómo afecta a temas nutricionales. Os contamos algo sobre estudios existentes acerca de ello:
- En primer lugar el ayuno intermitente aumenta la proteína de la juventud o también llamado SIRT3. La restricción calórica prolonga la vida útil y mejora las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. - Reduce la mortalidad. En diversas situaciones y estudios, se ha comprobado que el ayuno intermitente puede ayudar a mejorar la resistencia a las infecciones y que no afecta de forma negativa a la salud de las personas que entran en la tercera edad sino todo lo contrario. - Controla las enfermedades asociadas al corazón ya que reduce los triglicéridos y el perfil lipídico. Con la alimentación auto-seleccionada los sujetos después de 8 semanas no sólo redujeron peso y cintura sino que el colesterol también se redujo. - Tiene cierto efecto sobre las células cancerígenas, limitando su avance y haciendo que el crecimiento de éstas sea menor. Consumiendo el 15% de las necesidades energéticas en el día de ayuno se consigue reducir la proliferación global sin reducir el peso corporal. Hacen que los efectos de la quimioterapia sean más llevaderos. - Respecto a temas nutricionales, dos aspectos fundamentales: el primero es que el ayuno intermitente aumenta ligeramente el metabolismo y segundo que un ayuno prolongado lo ralentiza (aproximadamente un 8% a los 3 días), por lo que cuando se realiza una dieta baja en calorías es lo que suele ocurrir. En definitiva, aunque el ayuno intermitente tenga sus beneficios y sea una 'dieta' de moda debe realizarse bajo una supervisión médica que adapte a los días de ayuno la ingesta adecuada y, sobre todo, ver si la persona puede realizar este tipo de ayuno.
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AutorDra. Amaro Archivos
Agosto 2018
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