Dentro de pocas horas se celebra la Nochevieja, donde despedimos con alegría o tristeza el 2016 y recibimos al 2017 con la mejor de las esperanzas.
En muchas ocasiones, la cena del último día del año se convierte en un copioso banquete que provoca problemas a más de un sistema digestivo, ya que tendemos de forma instintiva a comer de manera copiosa. ¿Cómo podemos tener una apacible y digestiva cena de Nochevieja? Aquí te dejamos con algunos consejos que pueden serte muy útiles. - En primer lugar, debemos tener claro que el objetivo del día 31 no es el de comer sino el de reunirse con familiares y amigos cercanos. Si disfrutamos de cada plato y hablamos con todos ellos durante la cena comeremos menos, ya que nuestro cerebro va a recibir la orden de saciedad y además nos reconfortará estar rodeado de los nuestros. - Respecto a los aspectos más directamente relacionados con la comida, si tenemos en cuenta lo anterior también debes mentalizarte de hacer de tu cena una degustación más que un banquete. Es preferible comer de todo un poco que mucho de pocas cosas. - El tiempo para cenar es un factor fundamental. Intentad que la cena no se aproxime mucho a las doce de la noche, ya que eso nos acelerará con el fin de poder tomarnos las uvas a tiempo. En este sentido, independientemente de cuándo comience la cena, comer pausados y masticar bien antes de tragar nos ayudará con todo lo anterior. - Los líquidos en la cena deben servir como acompañamiento. Si comemos en mucha cantidad y bebemos en demasía, la pesadez de estómago hará que tengamos una digestión complicada. Una copa de vino blanco para el marisco, de tinto para las carnes o un vaso grande de agua es suficiente para acompañar la cantidad de alimento que vamos a ingerir. Disfrutemos bebiendo con moderación. - Las salsas y platos muy especiados son malos aliados si ingerimos mucha cantidad. Si sabes que alguno de éstos te sientan mal, con moderación. - Y por último, un consejo siempre que sea posible. Los sorbetes a mitad de comida son una ayuda para una hacer más digestiva la cena. Desde Feel Good deseamos que tengas una muy feliz salida y entrada de año rodeado de los tuyos, y si quieres comenzar el año con propósitos saludables...¡aquí estaremos encantados de ayudarte!
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Dos de las promesas más repetidas en los hogares españoles cuando se acerca el final del año son las de hacer dieta y dejar de fumar. Muchas personas se preguntan si es posible combinar una cosa y otra y no morir en el intento, pero aquí vamos a facilitarte unas claves.
El consumo de tabaco está directamente relacionado con más de 25 enfermedades y es responsable del 85% de casos de cánceres de pulmón, el 75% de bronquitis crónicas y, entre otras dolencias, del 25% de las cardiopatías isquémicas. Por ello es una cuestión de salud plantearse dejar el tabaco de una vez por todas, pero a la dificultad de hacerlo por la adicción generada, siempre se une el miedo a coger esos kilos de más que se asocian a la ansiedad que produce dejar de fumar. La Dra Amaro, Directora de la Clínica Feel Good, asegura que “controlar la ansiedad y mantener unos hábitos de vida saludables que eviten el aumento de peso es perfectamente compatible, ya que en ambos casos se asocian a rutinas que nos llevan a fumar después de comer, antes de trabajar…Y si modificamos rutinas cuando se nos genere esa ansiedad vamos a poder llevar a cabo tanto la dieta como dejar el tabaco”, afirma. Para dejar de fumar estas son algunas recomendaciones:
Redirigir esa ansiedad hacia la fruta, vegetales crudos o proteínas es el paso más complicado pero que, nuevamente con una rutina no monótona, puede ayudar al objetivo de reducir peso a ‘pesar’ de apartarnos del tabaco. El ejercicio físico es también otro de los hábitos que se debe incorporar de forma progresiva puesto que es una ayuda indispensable para poder lograr estos dos retos de manera fácil y sencilla. Finalmente, la Dra Amaro indica que “conseguir combinar una dieta que regule el metabolismo basal y permita a la vez ser efectiva para vencer la ansiedad que produce dejar de fumar, necesita de un último ingrediente que es el de la fuerza de voluntad con unas gotitas de constancia. Una dieta no debe ser un castigo, por eso es bueno proponer dos comidas libres a la semana y salir de una rutina alimenticia demasiado estricta”, expone. Y es que con estos consejos, las promesas para el nuevo año dejarán de ser una expectativa para convertirse en realidad. |
AutorDra. Amaro Archivos
Agosto 2018
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